Marco ha descubierto el mundo de los cromos. No sé si está más contento el niño o su padre, que ha notado como ha rejuvenecido y sobre todo su abuelo Matías, quien ha contribuído a rellener los cromos faltantes yéndose al parque de la Alamedilla en Salamanca los domingos para intercambiar con otros coleccionistas. Ver para creer (lo que hace el abuelo porque su nieto tenga el album completo).
Ya sólo le faltan tres cromos y estamos en ello.
Con todo esto, se ha despertado en Marco el interés por el fútbol y el sábado pasado se tragó el partido Madrid- Valencia enterito. Ahora espera ansioso su visita al Campo Bernabeu como le ha prometido su abuelo José y su tío Gustavo.
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