Estos son los regalitos del día del Padre. Con qué ilusión se los entregaron. Espero que nunca se acabe esa magia. El tiempo pasa y no sé si será por ridiculez o porque nos parezca infantil pero perdemos la ilusión por compartir días importantes con los nuestros. A veces pienso que se nos amarga el carácter. Que penita! Yo quiero seguir siendo niña por momentos y conservar la inocencia y la alegría por todo.
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