Hola!!
Quienes me conocéis, sabéis de mi devoción por la Virgen de Guadalupe.
Desde que soy consciente el mes de septiembre ha sido siempre especial porque eso significaba que sí o sí la iba a ver.
Ayer de nuevo cuando te tuve delante, ese minuto sólo para mí frente a la "Morenita", mis piernas tiemblan, se me remueven mis adentros, las tripas me dan vueltas, el nudo en la boca del estómago hace presencia...Si en ocasiones he podido tener crisis de fe, ese momento hace que me reconforte con mis raíces y tener más claras mis creencias.
Sentimiento, devoción, amor, dolor, mil sensaciones inexplicables corren por mi cuerpo.
Y pienso, qué pena privarme de sentir todo eso cuando lo tengo tan presente!!!
Pido a Dios poder sentirlo siempre y para siempre.
En estos días también se unen dudas sobre el sufrimiento del peregrinaje. De nuevo mi tío Angel, nos da ejemplo de ello y de su gran admiración hacia la Señora (30 años peregrinando sin faltar). En esta ocasión le acompaña mi padre, que le puede el amor de hermano y se lanza como ya hizo en varias ocasiones a hacer el camino hacia Guadalupe.
Gracias a ambos por darnos señales de que en la vida sufrir no es muestra de pena si no de curar el corazón y de intentar ser "buena gente"(como decía mi querido y añorado don José Luis).
He de decir que verles juntos y entrar a cada uno en la Basílica me hizo sentir orgullosa de mi familia y de nuestros principios. Vivan los Morenos!!!
Viva la Morenita! Viva la Virgen de Guadalupe!!!!
Vivaaaaaaaa
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