Ahora que todo está pasando, ahora que podemos coger aire, ahora que nos sentimos un poquito menos vulnerables... parece que pronto acabará el Estado de Alarma ( !qué subrrealista! verdad?)
¿No os parece que todo ha sido una pequeña pesadilla de meses? Es como un parón en nuestros ritmos, en nuestras ilusiones y sueños.
Los planes se desvanecen , ahora más que nunca el Carpe Diem, el hoy y no pensar en más.
Complicaciones innecesarias nos invaden a diario que nos hacen débiles, nos complican nuestros cables del cerebro, nos quebrajan el corazón... y de la noche a la mañana esas complicaciones se convierten en benditas porque los hierros de las jaulas gubernamentales y los bichos invisibles que matan gente nos encierran.
Vemos la tele y nos parece que estamos viendo una de tantas películas, que la cosa no va con nosotros. Señores que se está muriendo mucha gente (y venga cifras diarias de muertos...). Pero he de decir que cuando se vive esta dichosa enfermedad en la cercanía hay momentos que te aterran.
Dudas que nadie te resuelve, incertidumbre, dejadez e incluso repulsa y discriminación se siente ante ciertas situaciones impensables.
Solo pido que esto nos sirva (ojalá!) para ser mejores personas, que nuestra escala de valores se gire, que la vida es una y de nosotros depende trucarla, que los sentimientos se conviertan en el motor,...
Y siempre, siempre eternamente agradecida. Ya esta semanita podré ver a mi familia (tesoros que tenemos y que son la flecha de nuestra existencia). Feliz fin de semana!!!!