A veces en la vida, nos encontramos en situaciones que nos hacen sentir impotencia, rabia, decepción, ...
No sé cómo explicar cómo me sentí el domingo pasado cuando alguien llamado ley, (quiero pensar que no fue por ser mujer, blanco fácil) trató de convencerme de algo que hoy por hoy sigo pensando que estaba bien hecho y no incumplí la normativa. Pero bueno dejando ya tal situación y esperando olvidar cómo se me revolvieron las tripas por sentirme regular tratada (por no decir mal), reflexiono con optimismo.
Existen profesiones, que necesito pensar que son gratificantes en el día a día, sirven para hacer una convivencia adecuada y en armonía. Sin embargo, hay ocasiones en los que los esquemas de sociedad justa y civilizada se vienen abajo.
Sin embargo, como siempre hay que relativizar cualquier paradoja de nuestro camino y mirando en positivo hacia la siguiente aventura.
Estamos a martes y os deseo una estupenda semana y a seguir luchando, riendo, corriendo, leyendo, soñando, comiendo....