Quería contaros algo que me pasó hace días.
Acompañada de mis compis runners y tras hacer encajes de bolillos para poder sacar un ratito y lanzarnos por las calles de nuestra pequeña Roma, tras haber realizado ya la terapia pertinente, de vuelta para nuestros respectivos hogares, en el último paso de cebra, se me ocurre poner la mano indicando "stop please", para que el conductor de una furgoneta frenase.
Pues bien, sin comerlo ni beberlo tras mi gesto, el orgulloso conductor (era hombre) creí ver que se bajó de su gran vehículo (nosotras seguimos con nuestro trote cochinero) y empezó a lanzar por su boquita insultos y palabras preciosas hacia mi persona y mi pobre madre que estaría en su casita tranquilita.
He de decir que en ningún momento sentí miedo y si hoy pasase por allí de nuevo lo volvería hacer.
Instantes después recordé a una persona, cuya vida fue truncada por un atropello en un paso de cebra.
Y digo yo, ¿por qué nos cuesta tanto parar en un paso de cebra? Yo creo recordar que en elcódigo de circulación ponía que era obligatorio.
¿Tendría carné ese señor? Seguro que habría tenido un mal día, o había discutido con su esposa.
O yo creo que sintió un poco de envidia de vernos tan estupendas disfrutando de nuestro espacio de ocio.
O simplemente podría ser porque una mujer larguiruta como yo, le ordenó algo sin ton ni son y claro que una mujer me mande a mi, pensaría el buen señor.
Bueno fuera lo que fuera, seguiré teniendo precaución en cada paso de cebra sea peatón o conductora y por supuesto poniendo mi mano indicando STOP a esto y muchas más situaciones que me puedan incomodar a mí y a mi gente.
A disfrutar del día y de los momentos especiales de la vida!!!!