Bueno, bueno, bueno... no me lo puedo creer! vaya exitazo ha tenido el post de mi abuelo ji ji. Desde aquí miles de gracias y un placer complacer a gente que me lo pide.
Hoy no sé muy bien de qué escribir.
He de deciros que me encuentro abrumada con tema exámenes, deberes y cuestiones similares. Pobres niños y padres, no puedo decir otra cosa. No se concibe que a estas alturas de curso tengamos que seguir evaluando y siendo evaluados. ¿No existía una evaluación continua? ¿Sirven los malditos negativos y los queridos positivos?
Quiero plantear la duda sobre si somos buenos docentes, estamos sometidos a las exigencias de las leyes estatales de educación... ¿Realmente esa es la educación que queremos para nuestros hijos?
Fíjate si yo estoy traumatizada con los dichosos exámenes que a mi edad todavía sueño con ellos (me veo con el nerviosismo previo, angustia, mordiéndome las uñas...).
Soy consciente de que es necesario la evaluación, pero en su justa medida. Espero y deseo que mis hijos no se tomen esto como una presión si no como pequeñas etapas de la vida, que les enriquezca y les haga mejores personas.
Así pues, aunque en breve me vendrá el problema logístico de conciliar trabajo y casa, por ser verano , estoy deseando que lleguen las vacaciones escolares y poder notar en sus caras ( y en la mía) la relajación y felicidad.
Con esto y un bizcocho, a por las vacaciones.
Vacaciones de verano la la la